No hace mucho, como unos dos siglos, lo que es la unidad de medida que ha día de hoy conocemos como metro, no existía aún. A eso que en el año 1790, en Francia, propusieron estandarizar el sistema métrico decimal para luego convertirlo en universal. Hasta aquí todo fácil de entender. Ahora bien, ¿en que se basarían para hacerlo? Y aquí es donde entra en el juego los restos de esta cabaña.

Para conseguirlo, debían lanzar triangulaciones a partir de una línea imaginaria, que empezaba en Dunkerque, y se dirigía hacia el sur. Antes de que se me pase, esa línea imaginaria, es el meridiano 0º. Para que la medida no fuera tan solo francesa, traspasaron los Pirineos continuando por Cataluña, Comunidad Valencia y las Islas Baleares.

Un metro es la diezmillonésima parte de la distancia que separa el polo norte geográfico de la línea del ecuador terrestre. (1791)

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Como puedes ver en el mapa aquí arriba, este proyecto fue gigantesco. Y aquí en nuestras tierras, contó con tres expediciones. Dos de las cuales, fueron aquí arriba de nuestra montaña. La primera en el año 1803, que trajo al cientifico Pierre François André Méchain. Este subió hasta la cima del Montgó, y la fijo en 758,94 metros. Poco después, este murió de paludismo en la casa familiar de Fausto Valles, varón de Pobla Tornesa. Así que la tercera y definitiva expedición tuvo lugar entre los años 1806 y 1808. Los trabajos que no pudo concluir Méchain, fueron recuperados por dos científicos del mismo país, y que se llamaban François Aragó y Jean-Baptiste Biot. 

La montaña que se ve desde Ibiza. 

Ambos fueron primero a esta isla. Querían ver cual era la montaña peninsular que mejor se divisaba desde allí. En un principio, creían que era la montaña de Cullera, pero en situs, se percataron de que era el Montgó. Así que en el año 1806, se acercaron a nuestra costa para subirlo.

Ya arriba, se dieron cuenta de que aquel no era demasiado buen sitio para construir nada, debido al fuerte viento que frecuentemente sopla. Y es que vinieron para quedarse varios meses. Entonces desde la cima, bajaron por el norte en dirección a la Creueta de Denia. Encontrando un lugar perfecto para triangulizar a medio camino, y que es donde a día de hoy se encuentran los restos en el término municipal de Javea. 

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¿Sabes como lo hicieron?

Las triangulaciones entonces, se realizaban mediante espejos y lumbres. Las noches más frías y claras del año, lo encendían, y el destello se reflejaba hasta la montaña del Carmel en Ibiza, y el Desert de les Palmes en Benicássim. Estas luces, le servían a los científicos para anotar las mediciones.