Escondida entre el macizo del Puig Llorença, es  una de las de más fácil acceso entre las formaciones geológicas y acantilados que se desploman originando calas, playas y cuevas.

Debido a su popularidad, han tenido que poner control de aforo. 

En verano, como no llegues temprano,  prepárate para una caminata dura. Y no lo digo por nada, que me la he pateado y tela. 

Mejor venir en moto o bici para aparcar cerca.  (Yo prefiero la moto)