Esta tiene una singularidad que la hace diferente a las otras. Y es que és una cueva marina. Debido a su fácil acceso por mar y por tierra, es la más visitada de todas. Fijaros si es así, que le han tenido que poner un control de aforo en los meses de verano. Y solo se puede acceder mediante reserva.

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Tiene una parte natural, y otra que ha sido la acción del hombre que la ha formado. Musulmanes y Romanos la usaban como cantera de tosca para la edificación de algunos edificios de Denia y Javea. Fue en el año 1972 que se prohibió la explotación de esta.

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Personalmente, me parece un lugar súper pictórico en el que hacer fotos muy bonitas, no importando como se haya formado.

Hay una piscina natural muy bonita con agua fresquita pues nunca le da el sol. Luego, pasando esta, encontramos el paseo por dentro que es muy fácil, aunque necesitas una buena lámpara, y si eres propenso a los chichones, un casco también. (Siempre y cuando quieras descubrir los rinconcitos, que los hay)

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En la entrada de la gruta, puedes encontrar una inscripción tallada en la roca que dice; Philipus III hisp rex cavernam hanc penetravit an MDXCIX”. Significa que el Rey Felipe III estuvo en esa cueva en 1599.