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ORIGEN DEL MONTGO 1

Estatua

Este es mi primer aporte sobre una de las creencias del origen de este macizo. No daré los nombres de los Dioses, porque no encuentro ningún documento que me los confirmen como tales. Aunque sospecho que son Sumerios o Fenicios.

Mons Agonum la llamaban los romanos, Jabal Qaun los árabes, que decían que, y son palabras que han llegado hasta estos días en boca de judíos sefardíes;

Molt abans de qu’els homens anaran p’el mon...

Mucho antes de que los hombres poblasen este planeta, el poder de todo lo tenían una diosa "de las profundidades del mar y las aguas" (La llamaremos Pepa) y un dios "de la tierra, las rocas y cumbres" (Le llamaré Pepe). Cada cual quería ser el dueño de todo y quedarse con lo de su rival.

Las oscuras noches, Pepa destruía los acantilados con furiosas tempestades y gigantes olas que asediaban las tierras de un lado y otro del planeta, y separaban las dos grandes masas terrestres que Pepe quería unir para dividir en dos los dominios de la diosa del mar.

A lo largo de los años, siglos, milenios hasta pasar varios millones de años, las disputas de ambos habían modificado las costas y el relieve terrestre. Entretanto, dioses de menor rango, se habían acomodado sobre la tierra y procreado con Titanes, teniendo como hijos a seres gigantescos. Estos iban de un lado a otro luchando contra enormes dragones. La vegetación fue cogiendo su sitio en estos periodos interminables de diluvios y lluvias, mientras avanzaban a su ritmo hacia el Occidente.

Espacio
tierra plana

Se habían aposentado en los extremos de la tierra. Algunos estaban protegidos por Pepe y vivían en los bordes de lo que luego serían las montañas béticas.

Una de estas protegidas, se llamaba Lalahama. Era hermosa, de largos cabellos y gustaba de extenderse al sol sobre los altos peñascos frente al mar. Se regocijaba de los vientos y desafiaba los huracanes que Pepa lanzaba contra la tierra.

Los titanes, que estaban del lado de este, le ayudaban a ensanchar su territorio moviendo montañas y peñones, que con sus robustos brazos abrazaban e iban moviendo hacia el borde de los mares. Por eso mismo, Pepa odiaba a Akal y a su compañera Lalahama. Quería con todas sus ganas arrastrarles al fondo de sus mares ayudándose de sus titanes inferiores, monstruos y seres anfibios, que iban agitando las aguas y golpeando las columnas sumergidas de la tierra.

En una de esas que, Lalahama estada descansando cerca de unos acantilados, obedeciendo órdenes, una de esas manadas de titanes del mundo inferior, la agarraron por los pies y comenzaron a arrastrarla. Cuando esta estaba a punto de ser tragada por los negros mares, que agitados estaban, Akal, advertido por sus gritos, la alcanzó agarrar de los pelos y empezó a tirar fuertemente de ellos.

Esta batalla, realmente no tuvo vencedores. Lo que si dejo para siempre, son sus señales.

Desde las profundidades del mar tiraban tan fuerte de ella, que ambos quedaron encastrados en las entrañas de la tierra. El cuerpo de él, y la cabeza como espalda de ella, fueron sepultados por la meseta costera. Mientras ella se abrazaba a la costa, poco a poco iba quedando enterrada junto a su amor Akal. Pepa tan solo consiguió sepultar en el mar la mitad inferior de Lalahama, cual se petrificó para siempre cogida de la mano de Akal.

Pese a ser Pepe el dios de la tierra y montañas, con todo su poder nunca pudo desenterrarlos. Juntos se transformaron en el enorme macizo, que en estos días conocemos con el nombre del Montgó.

Montgo - Javea - Miradores - Motos
Caricatura Montgo
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